“Vanidad de vanidades, es todo vanidad” (Eclesiastés)

El término latino vanitas significa vanidad, entendida como insignificancia, brevedad o fragilidad de la vida y es considerado un subgénero del bodegón o naturaleza muerta. El mensaje que trasmite es el de la futilidad de los placeres mundanos frente a la muerte inminente e inevitable. Junto a referencias simbólicas y filosóficas relacionadas con la religión cristiana, lo que pretendía trasmitir era la fugacidad de la vida, la idea de la vacuidad desde un punto de vista de redención.

Sus principales características son de carácter simbólico. Los objetos que se representan son alegorías al paso del tiempo y la proximidad de la muerte. Es por eso que en los cuadros podemos observar esqueletos o cráneos. Por otro lado, aparecen otros objetos relacionados con la vacuidad de la vida como, por ejemplo, frutas podridas, polvo, flores marchitas… También encontramos alusiones alegóricas de conceptos como las artes (libros, instrumentos), la belleza, la riqueza (joyas, dinero) bajo la mirada del paso de la vida y la caducidad. Junto a la simbología religiosa podemos encontrar espinas de trigo o coronas de laurel como referencia a la resurrección.

Este género fue verdaderamente relevante en el Barroco y su inicio se sitúa en Los Países Bajos. Posteriormente llagaría a Alemania, Francia, Flandes, Italia y España.

    Bodegón con flores, copa de plata dorada, almendras, frutos secos,

dulces, panecillos, vino y jarra de peltre, Clara Peeters (1611)

Clara Peeters                              

Lamentablemente se sabe muy poco de la biografía de Clara Peeters, nacida en Amberes, sobre el 1594. Tampoco se conoce mucho sobre su formación, aunque algunos teorizan sobre el posible parentesco con el pintor Jan Peeters, con el que habría aprendido el oficio de pintora, pues su primera obra firmada (Bodegón de galletas) fue con trece años de edad. Sin embargo, están documentadas unas treinta obras, con especial actividad artística entre 1611 y 1612.  

Peeters es considerada la precursora del género de naturalezas muertas en los Países Bajos.  Sus composiciones destacan por el detallismo y su técnica preciosista. Las obras de Peeters, además, son un reflejo de la alta sociedad debido a los objetos que aparecían en sus bodegones, como la sal o el pescado fresco, además de las joyas y el oro.

Pero la particularidad más interesante de sus obras es la presencia de su mini autorretrato o nombre en los objetos de sus bodegones. Esta rareza, que luego fue agenciada por muchos artistas posteriores, se podría entender como una manera de revindicar y valorizar su profesión de pintora en una época en la que se consideraba un oficio de hombres. Pero también quizás como símbolo de eternidad.

En esta vida que llevamos de prisas, estrés, responsabilidades y límites, debemos aprovechar el tiempo y disfrutar de las pequeñas cosas de la vida, como una comilona con amigos o una tranquila cena acompañada de un buen vino, pues todo lo demás desaparecerá con el tiempo…

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